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Ahora vamos contra la fiesta de impunidad

Convertir Loma Miranda en Parque Nacional fue un resultado extraordinario producto de una lucha acogida por casi todo el pueblo dominicano, por lo que podemos decir que la voluntad popular se impuso sobre el Poder Legislativo, que no tuvo otra alternativa que evacuar dicha Ley en forma casi unánime en ambas cámaras.

 

Por Marc Santana

En términos de protección al medioambiente, Loma Miranda Parque Nacional, será muy beneficioso no solo para toda esa región que le circunda y para sus habitantes, sino también para todo el país.

El proceso de luchas y protestas contra su explotación y el resultado positivo que tuvo nos convence que cuando el pueblo se organiza, como también sucedió con la obtención del 4% para la educación, se pueden lograr grandes conquistas para el beneficio de todos los dominicanos. No hay dudas.

El declarar también Bahía de Las Águilas como terrenos propiedad del Estado fue una gran decisión judicial que al final beneficiará mucho al país en términos del desarrollo de otro polo turístico, que no solo contará con grandes atractivos, sino que también llevará progreso económico a todos los empobrecidos habitantes de esa zona.

Pero lamentablemente, avanzamos en algunos aspectos, mientras que en otros seguimos retrocediendo y damos pena y asco como país. Entiendo que la lucha ahora debe ser contra la impunidad.

El caso de las decisiones judiciales a favor de la impunidad de ex funcionarios corruptos es sumamente escandaloso y una clara muestra que desde el poder el PLD hace de todo, de una forma grosera y a lo claro.

En año pasado sucedió con las acusaciones contra el senador Félix Bautista, cuando la justicia ordenó el archivo definitivo de su expediente de corrupción, en el que se le acusa de cometer serias irregularidades durante su administración en la Oficina de Ingenieros Supervisores del Obras del Estado (OISOE).

Eso sucedió muy a pesar de los indicios más que suficientes que demuestran la supuesta culpabilidad de Bautista, quien aparentemente desde su puesto en OISOE logró fraudulentamente que sus empresas fueran favorecidas con contratos de millones de dólares para construir edificaciones en Haití, a raíz del terremoto del año 2010.

Pero imagínense ustedes, con el PLD en el poder, las Altas Cortes controladas y el Comité Político blindado, que eso suceda, no es de sorprender a ningún vivo.

La misma burla hacia el pueblo acaba de suceder recientemente cuando la Cuarta Sala Penal del Distrito Nacional ordenó el archivo definitivo de las querellas penales en contra del ex ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa.

Por supuesto, Díaz Rúa es otro protegido del ex presidente Leonel Fernández y de Danilo Medina, y lo mismo debía suceder, los casos no nos sorprenden pero escandalizan y producen náuseas e importancia.

La conspiración contra el enjuiciamiento de los corruptos es un asunto institucional bien orquestado y dirigido, porque hasta la Cámara de Cuentas está participando de manera activa en el escándalo de la impunidad y la obstrucción de la justicia.

La Cámara de Cuentas posee una auditoría que arroja más de 2 mil millones de pesos en fraudes cometidos supuestamente contra el Estado Dominicano por el ex Ministro de Obras Publicas, cuando en su momento, entre otras indelicadezas, obtuvo beneficios por 170 millones de dólares a través de contratos para la compra de derivados de petróleo para asfaltado de vías terrestres, y además, otorgó también grado a grado un festival de contratos para infraestructuras por un monto ascendente a 12 mil millones de pesos.

Ese organismo se guardó dicha auditoría como la prenda más preciada y no la aportó como prueba al abortado proceso judicial contra el ex funcionario peledeista, lográndose con esto la nulidad de las investigaciones contra el mismo.

"Que la impunidad siga de fiesta", dijo la Fiscal del Distrito, esa será una frase para la historia. "18 meses de investigación, cientos de evidencias, pero está prohibido judicialmente perseguir la corrupción", agregó Yeni Berenice.

Continuamos hoy con las oficinas de abogados prominentes redactando y prefabricando los fallos y sentencias a la medida de los corruptos y protegidos del partido de gobierno y el Estado, ese es el desastre de la impunidad judicial que vive República Dominicana hoy, flagelo con el que debemos acabar.

Nuestro Poder judicial, hoy blindado por el hombre de los vientos, no es creíble, pues se burla de todos sin guardar las formas, auspiciando la fiesta de la impunidad y la corrupción.

Que el pueblo se empodere nuevamente y rechacemos ese festival de injusticia que nos sigue hundiendo cada vez más en un profundo abismo de la inequidad y la pobreza.

El autor es Periodista

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