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Lula: nadando como Salmón

Hace unos meses junto al compañero Máximo de la Cruz acudimos al Brasil, como invitados al 8vo Congreso del PT, teniendo la oportunidad de participar de un conversatorio efectuado entre el presidente Lula y un conjunto de líderes y dirigentes políticos de todo el mundo.

En la oportunidad el propio Lula, tuvo a bien explicar las características del acoso político al que estaba sometido el Partido del Trabajo, con denuncias temerarias de corrupción vertidas contra sus dirigentes y militantes, por parte de la derecha brasileña, en busca de desarticular a esa fuerza política e impedirle acudir a las elecciones de 2018 , sentenciando que concentrarían todos sus esfuerzos en judicializar las falacias esparcidas en contra su persona para intentar inhabilitarlo como posible candidato a la presidencia.

Lula en un aguzado español, explicó cada acusación que se le ha formulado y muy particularmente, la que le atribuye ser propietario de un apartamento de lujo a la orilla de la playa.

Ahora que un tribunal de apelación ha ratificado la condena de primera instancia, entiendo su expresión de que “todas las falsas imputaciones contra nuestra persona tendrá que fallarla el supremo, pero les aseguro que cada mentira pronunciada será desmontada”. “Yo, he probado mi inocencia y ahora le toca a los jueces políticos, probar mi culpabilidad”.


A Lula lo han condenado en apelación a doce años y un mes de cárcel por supuestamente ser el propietario de un inmueble del que no se ha podido presentar un título, ni un contrato de compra venta que lo ligue al mismo y peor aún donde los recibos por concepto de pago para servicios de agua, energía, basura y arbitrios, así como los impuestos de propiedad suntuaria, están a nombre y son pagados por la persona que afirma haber cedido el apartamento a Lula.

De acuerdo con los más reputados expertos del derecho, con Lula se ha violado el principio de la presunción de inocencia y peor aún, no ha mediado el fardo de la prueba, entre su palabra que niega toda responsabilidad en el asunto y la de un confeso condenado que afirma lo contrario en el marco de una negociación de este con la justicia, buscando le sea condonada su pena.

Aunque a este caso le falta un largo tramo por recorrer en el camino de los tribunales, pues Lula tiene el derecho de accionar el mecanismo de revisión de dicha sentencia, la apelación ante el supremo y finalmente la demanda en casación, de materializarse las pretensiones de condenarlo a toda costa en violación a todo principio del derecho, la humanidad estaría asistiendo a la criminalización de la política como actividad social, mediante la atribución de castas minoritarias enquistadas en el poder judicial, para decidir, bajo cualquier farsa, quien puede o no, aspirar a las posiciones políticas en la sociedad.

Estamos presenciando la vulneración de los derechos democráticos de los ciudadanos, ya no bajo la represión militar, sino victimas del mallaste de jueces negadores de justicia y parcializados al servicio de los mismos que durante milenios han sumido los pueblos en la barbarie de la miseria y la inequidad social.

Algunos políticos que aplauden o callan frente a esta trama, por odio, rivalidad o diferencias con Lula, actúan como ilusos, pues los precedentes y tecnicismo que hoy son usados contra el uno, mañana cuando cambie la correlación de fuerzas, podrán ser usados a conveniencias contra los otros.

A Lula, al PT y a las ideas que representan solo les queda el camino de la movilización y la educación de las masas, para que sea la mayoría quien imponga la democracia.

Durante toda su vida Lula ha logrado alcanzar sus objetivos personales, sociales y políticos enfrentando la adversidades en un nado contra corriente, cuál Salmón que resiste ser arrastrado por la corriente hacia las aguas profundas y salinizadas del mar, con el único propósito llegar al lugar donde el río hace su remanso de aguas calmadas para fecundar y multiplicarse.

Sabemos que los poderes a los que se enfrenta, carecen de escrúpulos y lo intentaran todo, para evitar su regreso a la presidencia del Brasil, pero también conocemos de su genio e ingenio para conectar con el pueblo y organizarlo sobre la base de la verdad y la razón.

Confiamos en que como siempre saldrá airoso frente a estas tempestades que amenazan con borrarlo, no solo como candidato, sino como el modelo de éxito que es, frente a la lucha contra la miseria y la exclusión social.

El autor es docente universitario y dirigente del PTD.

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