Volver a estudiar arte contemporáneo
- Escrito por Antonio Gonzales Duche
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Hace 15 años, fui invitado a intervenir una obra del maestro Oviedo, 86" X 164" "Turbulencia milenaria" en la Dirección General de Aduarnas (DGA) porque había sido repintado en la parte inferior.

Después de hacer un examen físico - químico, encontrando el disolvente adecuado, que además respetará el original absolutamente. Retire el repinte. La obra estaba en perfecto estado físico. Tenía una pequeñísima pérdida de color, quizá ese fue el motivo.
Gracias a ese momento y, a un encuentro que la vida nos otorga. Recibí el encargo de mantener, conservar y restaurar más de 500 obras de la colección, correspondiente al arte contemporáneo de la República Dominicana. Formado y experienciado en intervenir obras de siglos pasados y los que fui interviniendo de obras contemporáneas ocasionales.
Recibí la responsabilidad de mantener, conservar y restaurar las obras. Que lógicamente por su conformación estructural estaban lejos de aquellas (antiguas) que en un largo proceso de estudio de materiales, se llegó a resultados de utilización universal, que atravesó el tiempo y el espacio. Estilos, escuelas y seguidores. Bajo una disciplina rigurosa. Ahora estaba frente a obras de una diversidad de propuestas, en técnicas y materiales diferentes con los que no me podía permitir un juicio de ninguna índole, más si poner a su servicio cuanto había aprendido, y debía aprender.
Volver a estudiar arte contemporáneo y moderno especialmente el nacional para comprender cada obra y su autor, e ir profundizando cada vez más en el arte contenporaneo universal. Lo que fue, lo que es actualmente, lo que piensan en favor y en contra, y lo que se expone en las grandes galerías europeas y americanas. Lo que realmente significa para inducir y apostar a un presente, como antorcha sobre el que ya no será. Aunque tercamente empoderados de las luces de aquel pasado hay quienes le dan connotación uniendo los dos tiempos, que emergen obras de gran maravilla.
Pero no es así. Así no lo quieren. Así no lo quiere esa fuerza que renuncia a lo que fue. E impone lo que quiere debe ser. Eso induciría a compaginar al hombre y su capacidad. Al arte como arte. "Dice alguien. El arte es una actitud" si no, hay que volver atrás, a Yves Klein, con su exposición el vacío, sin contar lo que continúa.
Mantener, conservar y restaurar, una obra contemporánea, particular mundo del universo que lo conforma, exige una particular respuesta sobre lo que es. Por qué es, desde que sucedido, desde que ha desafiado para ser historia, y logicamente. Lo que lo fundamentara económicamente. Así con todo no necesariamente tiene que ser como se ve. Hay detrás de muchos de ellos, un porque que le da dimensión, y desafía. Como terminé admirando a Mark Rothko, por desafiar a lo que pretendo de entendimiento "dice: Expresar las más básicas emociones universales " en dos o tres colores planos.