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La Virgen de la Altagracia, la Fe y el Futuro

Milton Olivo. Milton Olivo.

La Virgen de la Altagracia, como madre de nuestro señor Jesucristo, quien, como hijo de Dios, es la voz de nuestro creador, cuyas enseñanzas podríamos sintetizar en dos frases; “Amar a Dios por sobre todas las cosas”. Y; “Hacer siempre por los demás, lo que te gustaría que los demás hicieran por ti”.

Todos somos hijos de Dios, lo que nos hace a todos hermanos. Todos, formamos parte de alguna familia, las familias forman las comunidades, y las comunidades forman la nación.

El mandato divino de practicar el temor a Dios y la sabiduría, pasa por practicar la justicia y la verdad. Camino optimo para alcanzar los niveles de seguridad, felicidad y bienestar en que estamos llamados a vivir los hijos de Dios, el creador de todas las cosas y rey del universo.

Por desgracia, muchos individuos se han apartado del camino. Su corazón y mente se han dejado atrapar por la codicia, sustituyendo el mandato divino de buscar lo divino, practicar la verdad y ser individuos comprometidos con lo justo. Que no es nuevo. Son los descendientes espirituales de los que asesinaron a nuestro señor Jesucristo.

Y esa es la causa de los males del presente. Que muchos prefieren que maten a Jesús y suelten a Barrabas. Muchos han perdido la FE en el poder del bien y la bondad, y se han entregado en los brazos del mal, manifestado en la corrupción, la impunidad, y el enriquecimiento sin importar el origen de esas riquezas.

Y es tan grave la situación, que por su propia codicia, y a pesar de su conciencia de que desechan lo bueno o lo mejor y apoyan lo malo, y con eso condenan el futuro de su pueblo y el de los suyos, continúan en su maldad buscando satisfacción inmediata.

En el presente lo vemos, con el caos existente. Con el nivel de delincuencia, inseguridad, redes de narcotráficos, de blanqueo de capitales, de crímenes, desempleos, naturalización del robo representado en la corrupción, fruto del nivel de decadencia que nos ha llevado al mal.

Pero el futuro puede ser diferente. Porque la naturaleza de las cosas es que pueden ser reformadas y son perfectibles. Pero para eso, debemos convertir a los descarriados, atraer a lo correcto a aquellos que hoy se prestan apoyar lo que destruye nuestra sociedad, nuestras familias y las oportunidades para todos.

Diferenciar y escoger lo mejor, es una decisión en el corazón y mente de cada uno. Siempre habrán suicidas, y eso es lo que son los que, a pesar de ser conscientes, prefieren el mal. Ellos son los responsables de los males presentes y futuros.

Como los que escogen lo bueno, lo mejor, los que trabajan por el bien y la justicia, los que tienen temor de Dios, son la sal de la tierra, y los protagonistas en la construcción de un futuro de oportunidades, seguridad y bienestar para todos.

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