Los problemas de la frontera domínico-haitiana
- Escrito por Padre Regino Martínez Bretón
- tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente
- Publicado en Municipalismo
- Imprimir
Cada año que pasa parece que avanzamos porque se hacen casas nuevas; se inauguran obras: barrios, calles, instituciones públicas y privadas... Por ejemplo, en la frontera norte, comenzando de ahora para atrás: Escuela del Cesfront, en Capotillo; carretera Dajabón-Montecristi; Centro Cultural Ensueño Dajabonero; Mercado Nuevo de Dajabón; Oficinas de la Dirección General de Aduanas y Dirección General de Migración, en Dajabón; Puente nuevo sobre el río Masacre; Oficinas del Cesfront en el edificio viejo de Aduanas en Dajabón; más de una decena de hoteles con más de trescientas habitaciones disponibles; iglesias a gusto del consumidor; programas de cable-Visión a escoger; movilidad interurbana a la hora que usted desea; en una palabra: el mundo en las manos y ante sus ojos en pantalla chica o en pantalla grande. Así estamos en Dajabón.
En el año 1974, para Usted hablar por teléfono desde Loma de Cabrera o Dajabón, no lo podía hacer; debía ir a Montecristi o Santiago Rodríguez; y para ir a Santiago de los Caballeros tenía que hacerlo por la mañana, porque en la tarde estaban regresando los vehículos, que habían salido a las 4 de la mañana para Santo Domingo y Santiago.
En los años 70 del siglo pasado, la comunicación terrestre Dajabón-Santiago era agobiadora, por la Duarte, por dentro, o por Guayubín, cinco horas de hoyos en hoyo. Al llegar, el viajero debía cambiarse la ropa. El polvo y el agotamiento exigían un baño con agua caliente.
Gracias al crecimiento de la conciencia personal y ciudadana, de los pobladores fronterizos, dejó de ser mito/miedo el binomio guardia/oficialidad. Ya hemos entendido que la misión de la Oficialidad no es atropellar, violar, apropiarse de lo ajeno..., hemos logrado entender que la misión de la oficialidad es SERVIR, NO-SERVIRSE, aunque vemos que permanece la impunidad a nivel
nacional, no sólo en la frontera. Ya las redes sociales forman parte de nuestra militancia reivindicativa y las calles, las plazas, son lugares de encuentros que hablan de nuestra civilidad exigente de administración transparente y responsable.
Decía al comenzar que parece que avanzamos porque se hacen "cosas"..., pero aún permanece algo que tenemos que erradicar en la frontera domínico-haitiana: el control corrupto, represivo e individualizado. Ahí parece que no avanzamos. Mejor retrocedemos. Venga usted un viernes o un lunes para que se convenza. Un ejemplo: el mercado de Dajabón lleva más de 25 años y a pesar de tener una ESCAFRONT, Escuela de Capacitación Fronteriza Terrestre. A pesar de tener edificios nuevos para la DGA y para la DGM y para el Mercado..., aún permanece el desorden, la corrupción, la impunidad, el "río revuelto, ganancia de pescadores" y los que pescan son la oficialidad y los que más saliva tienen.
Por qué pasa eso? Porque en frontera carecemos de un MARCO JURÍDICO. Aquí estamos como "chivos sin ley". Aquí cada autoridad está para recaudar para el jefe político que lo nombra. Aquí Usted va a plantear algo a la autoridad y si lo puede ver, si le hace caso lo más que llega es condolerse con tal situación planteada y remitirlo a otra institución oficial o privada que sí podrán hacer algo por su caso. Y así el uno por el otro y seguimos igual... El grito popular es que "aquí no hay autoridad". Solamente oímos el grito de los ganaderos que le roban su ganado; el grito de los atropellos al cruzar la frontera; oímos la bulla insoportable en las calles, en las barras familiares, en los colmadones, oímos soplos que salen de los motores sin mofler.
Es que podremos hacer algo? Claro que sí. Hasta ahora hemos buscado salidas, soluciones individuales a problemas comunes. Cada uno quiere salvarse, "rascándose con sus propias uñas", olvidándose del otro. Somos continuadores de la obra de Jesús y nos hemos olvidado de su principal enseñanza: "...al otro como a mí mismo". Tan simple como lo decimos. Sin más ni más. Tenemos que iniciar un proceso de socialización comunitaria, la sociedad consumista nos ha individualizado. Las enseñanzas del Nazareno de Galilea nos comunitarietizan, bueno, nos hacen comunitarios. En ese sentido, las asociaciones comunitarias de la frontera Norte RD y Nordeste H, tenemos que impulsar la COMISIÓN
BINACIONAL DE ASOCIACIONES COMUNITARIAS DE BASE. Así, enseñar, a las autoridades de cada nación de nuestra isla, a tenerse en cuenta y hacerles conscientes de que no podemos estar como "chivos sin ley". Prescindiendo del otro. Nos necesitamos mutuamente como lo han dicho los políticos: "alas del mismo pájaro", "matrimonio sin divorcio", "pueblos siameses". Ni de espaldas porque nos alejamos. Ni de frente porque chocamos. Uno al lado del otro para complementarnos. La diversidad nos enriquece. Aprovechémosla!
El autor es Padre de la Iglesia Católica
Información adicional
Lo último de Padre Regino Martínez Bretón
- “El ejemplo de Jesús aplicado a los políticos”: La mejor campaña es el servicio
- Pongan atención señores, una chispa enciende el cañaveral
- Lo que se ve y lo que no se ve
- El diálogo directo es el marco de referencia de colaboración entre Dirección de Migración y Solidaridad Fronteriza
- Solidaridad Fronteriza visita Director General de Migración