ITLA
Columnas enyesadas, piso de tierra, diseño arquitectónico moderno -condulado como las olas del mar-, paredes exteriores pintadas, caliente, sin ventanas no vaya a ser cosa que alguien entrara a robar lo que no había, pero que se suponía que estaría de estar. Subí a la azotea de aquel edificio que ellos mismos llamaban Hollywood. Arriba, el cielo azul como solo lo he visto en mi país; viendo al Sur el mismo por el que había regresado, a la derecha que tenía la marginalización económica de La Caleta ya mi izquierda lo que tenía que asumir bajo mi responsabilidad. Sin un peso. Sin un plan.
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