Algunos se alejan de la realidad cuando culpan de blandenguería a un simple comandante policial, planteando su traslado, como si en manos de este señor estuviera el fin de la delincuencia en la zona .

El cambio de mando no debe ser el blanco principal para tratar de disminuir los hechos delincuenciales que se producen en esa y otras regiones del país, en nada favorecen si no se corrigen otros males sociales que originan grandemente la conducta indeseable de los  que se dedican a delinquir.

La falta de oportunidades y empleos es uno de los principales motivos por lo que muchos jóvenes se sienten frustrados, acorralados y sin un futuro seguro . Males acumulados por años y que en el presente poco ha cambiado .

Una sociedad con menos delincuencia tiene que ser una sociedad con mayor oportunidades para los que menos tienen. Hay que hacer mayor inversión en los puntos mas críticos de nuestras comunidades pobres .

De lo contrario, vamos a seguir teniendo delincuencia engendrada por la miseria, la falta de salud, desempleo, narcotráfico y el mal ejemplo de algunos que la sociedad a elegidos para dirigir los bienes del pueblo, empañados por los actos de corrupción y el enriquecimiento ilícito.

Hay que procurar empleos para nuestros jóvenes que salen de las universidades, dar asistencia para aquellos que por diversos motivos abandonan los estudios, a los padres de familias que deambulan por las calles sin horizonte en busca del pan para sus hijos.

Por lo que el simple hecho de cambiar una autoridad policial en una demarcación no soluciona el problema de la delincuencia que afecta no sólo a Barahona, sino, a otras localidades de República Dominicana.