Publicidad

Estamos atados

Nuestra Constitución dice que la forma de llegar al poder es a través de las elecciones, y es un deber nuestro votar para elegir las autoridades.

Leyes creadas a su imagen y semejanza, para mantener una supuesta democracia que sólo alcanza para los que están organizados en Partidos. Y dentro de estos, para los  que pueden encontrar el apoyo de sus compañeros, y/o, para los que tienen suficiente aval económico (sin importar su procedencia), para costear las carísimas campañas, mediante las cuales se pretende "meter por los ojos" a los ingenuos ciudadanos, las supuestas bondades albergadas por los candidatos, que, con el tiempo, suelen esfumarse cuando se encaraman en el poder y comienzan a disfrutar de las bondades del Estado.

Bien lo dice Luis Kalaff en su merengue "La Tetera":

¡Qué vaca dominicana

Qué vaca más lechera

Andan brincando y jalando

Por agarrar la tetera.

¡Qué vaquita que da leche

Y qué fácil de ordeñar!

Unos piensan en barrio nuevo

Otros piensan en carretera

Pero todo se le olvida

Cuando agarran la tetera!

Debemos saber que al votar, estamos entregando la voluntad de un gran conglomerado social en manos de un pequeño conglomerado de personas, que no siempre hacen lo que deseamos, sino lo que desean ellos, sin tomar en cuenta que están ahí por nosotros.

Mediante nuestro voto, estamos eligiendo a ciertas personas que dentro de pocos meses se van a convertir en ricos más ricos que los ricos de cuna, y no precisamente porque han acumulado sus salarios, y sus gastos están cubiertos de pe a pa por la Cámara a la que pertenecen, sino por algo más de ahí, que nadie sabe, pero que todo el mundo sospecha, pero no se atreve ni a decirlo, ni mucho menos a acusarlos, porque el Derecho, creado por ellos mismos, nos impone que hay que aportar unas "benditas" pruebas, que no suelen aparecer, y que, si aparecen, su aporte no sirve de nada para combatir su corrupción y la impunidad que los envuelve.

Y encima de eso, a partir de entonces se creen predestinados para seguir en su curul hasta el final de los siglos, impidiéndole el acceso a otras personas, capaces o no, corruptos o no, que también quieren aportar algo al país (para decirlo con benevolencia, si es que aparece alguno de esta especie). O,  en el peor y más frecuente de los casos, asaltar al país, con las prebendas y los privilegios innumerables que reciben, o que se auto asignan, en detrimento de ese gran conglomerado social que muchas veces no recibe ni siquiera las migajas que dejan en las mesas.

¿Vale la pena votar?

¿Si votamos, no estaremos alimentando buitres ansiosos de destripar cuanta carroña aparezca por ahí, que pueda servir a sus intereses, a su egolatría, a su hipocresía y a su maldad no disimulada?

Verdaderamente, estamos atados y atrapados.

Información adicional

1 comentario

Deja un comentario

Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.

volver arriba

Secciones

Noticias Regionales

Nosotros

Síguenos

MunicipiosAlDia Alianzas