Mejorar el desempeño electoral de las izquierdas y el polo progresista

Mejorar el desempeño electoral de las izquierdas y el polo progresista

Desde el momento en que irrumpe el proceso de construcción de la democracia electoral en el año 1978, se registran cifras que revelan que el desempeño electoral de las izquierdas, o de los llamados partidos progresistas, ha sido en extremo bajo; no obstante, disponiendo de una oferta de calidad de los candidatos a la presidencia y a cargos congresuales y municipales.

El desempeño electoral en la historia de participación de las izquierdas dominicanas no ha superado el 1.62% de los votos a nivel nacional , porcentaje, este último, el más alto, aunque muy bajo, alcanzado en el proceso electoral del 2012. El desempeño en períodos anteriores ha sido de menor dimensión, según se muestra en el cuadro a continuación:

Desempeño electoral de las izquierdas dominicanas

1978-2012 (en porcentaje de votos)

No obstante, la dinámica de los resultados no necesariamente tiene que ser de ese modo. El mejoramiento del desempeño tiene que observar la existencia de un monopolio político del bloque conservador, la necesidad de implantar una cultura política de participación que considere estrategias de acumulación de fuerzas desde abajo hacia arriba, el aprovechamiento de condiciones existentes en contexto electoral y el reconocimiento racional de que hay una bipolarización entre dos ejes o bloques.

Monopolio político del bloque conservador, base para un reenfoque de la participación

En el año 1978 se inicia un proceso de democracia electoral, en el cual se observaban dos bloques políticos que marcaban diferencias conceptuales e ideológicas: balaguerismo (conservadurismo extremo) versus perredeismo y boschismo (liberal). En el momento actual hay, conceptual e indeológico en el ejercicio del poder, un solo bloque: el conservador.

Los datos anteriores permiten construir pautas para un reenfoque de la participación en los nuevos escenarios electorales que se abren en el año 2016. La devertebración o ausencia de bloques liberales o progresistas ha devenido en oportunidades para que los sectores conservadores, quienes han dominado la historia política dominicana, ganen, recuperen o se alternen el poder político de modo sistemático desde el año 1978. El predominio del PLD desde el año 1996, más que profundizar una cultura liberal ha encaminado el ejercicio político hacia el conservadurismo. El desenlace ha sido: dominación conservadora y un vacío de opción política democrática liberal y progresista, el cual no ha podido ser llenado por las izquierdas o por los movimientos progresistas.

En el marco de este agotamiento del ciclo de liberales y conservadores, y la preservación del conservadurismo como cultura política que identifica a los dominicanos y dominicanas, Guillermo Moreno y Minou Tavárez Mirabal han decidido apostar por alcanzar la presidencia de la República Dominicana. Ambos candidatos tienen amplio reconocimiento en una porción importante de la sociedad dominicana.

Sin embargo, a la luz de los hechos históricos expresados en el bajo desempeño electoral de los partidos y movimientos progresistas, la consolidación del eje político conservador, la alta concentración del poder político del partido gobernante y la alta dispersión de la oposición, tendría en el polo progresista, representado por Guillermo Moreno y Minou Tavárez Mirabal, que replantearse el esquema de participación electoral. Ese esquema tiene que concebirse desde una alianza electoral que desencadene en una gran alianza táctica para ganar poder político y ejecutar estrategias en conexión con los sentimientos, pensamientos e ideologías. Apreciar que el acto de votación per se es carente de ideología, no así la acción electoral. En el acto de votación, una proporción de los votantesse inclina por los que representan los individuos más que por los que representan los proyectos políticos que los sustentan.

Cultura política de acumulación de poder político desde abajo

Esa gran alianza tiene que estructurarse desde un enfoque de construcción de una cultura política de acumulación de fuerzas desde abajo hacia arriba. A mediano y largo gestar desde los poderes locales y el congreso hacia el poder central. Ganar abajo para progresivamente acumular recursos estratégicos y capital político que permitan dar el salto de ganar el poder arriba. La experiencia en Brasil, Bolivia, Uruguay, Argentina, Etc. ha sido aquella que enseña que sus líderes han ganado la presidencia después de haber pasado por el congreso y los gobiernos locales. Lula, Evo y Pepe Mujica pasaron por la experiencia política pública a través del parlamento de sus países. Es más Pepe Mujica volvió a convertirse en senador, después de haber sido presidente de Uruguay.Néstor Kirchner fue intendente y gobernador de su provincia antes de ser presidente en Argentina. Y Cristina Fernández, actual presidenta de la Argentina, ocupó la posición de diputada y senadora nacional previó a ocupar la primera magistratura.

El ganar poder en municipios y en el congreso mediante la acción electoral de conjunto, de un polo ideológicamente diverso, no contraviene la solidez ideológica de los sectores progresistas, más bien muestran en la práctica su sentido democrático y participativo, y de darle valor al principio de tolerancia.

La lucha de poder político y la cultura de acumulación de fuerza desde abajo para potenciar el control político arriba es táctica y estratégicamente viable. Las tácticas son medios transitorios, las estrategias son lineamientos políticos permanentes. A nivel local las alianzas se proponen construir poder local, el poder desde abajo, con la gente, en los territorios, forjando nuevas formas de participación de  la ciudadanía y del control social.

Guillermo Moreno como senador y Minou Tavárez Mirabal como alcaldesa, aportarían calidad a la democracia parlamentaria y municipal, y a la competencia electoral en el 2016, y su potenciación hacia el 2020. Estos disponen de capital político y social para gobernar desde abajo. UNA CLAVE DE LA EFICIENCIA Y LA EFICACIA POLITICA ES LA CONCENTRACION DE LAS CAPACIDADES.

Oportunidades para el control político local

El escenario capitaleño es el más importante en término económico, cultural, político, demográfico. En este escenario, en la actualidad, existen condiciones que podrían favorecer considerablemente un buen desempeño electoral de Guillermo y Minou, y el liderazgo político que le acompaña, tales como:

Tasa de rechazo. El liderazgo capitalino, que va a la reelección, es probable que tenga una tasa de rechazo con niveles más alto que otros candidatos y candidatas.Como consecuencia de largos periodos de gobierno se generan condiciones de agotamiento político o hartazgo.El nivel de crispación al interior del oficialismo, lo cual podría limitar su articulación, como en periodos electorales anteriores. La adjudicación de candidatura sin agotar los procedimientos democráticos ha generado rechazo en la militancia y activistas del oficialismo.La credibilidad en la oferta electoral podría ser superior en nuevas candidaturas. El entusiasmo con una nueva agenda podría despertarse con niveles superiores.Menores riesgos de prácticas masivas de clientelismo, por la existencia de una amplia franja de clase media, la cual podría identificarse con nuevas opciones políticamente refrescante o novedosa.Es la oportunidad de gobernar con el 10% de la población dominicana, que está concentrada en la capital. El liderazgo capitalino se irradia, con sus buenas prácticas, hasta los 10 millones de dominicanos y dominicanas.Se estaría compitiendo con líderes políticos que tienen aspiraciones presidenciales hacia el 2020 y más allá. Un resultado electoral favorable colocaría a los candidatos como competidores genuinos para el 2020.

La bipolarización

Ante la bipolarización entre dos bloques, PLD y PRM, como están mostrando las encuestas, el polo progresista tiene que decidir, temprano y ahora, cómo se articula dentro de la misma. El camino más viable, con mejor resultado, grado alto de desempeño y satisfacción ciudadana se puede mostrar, en esta coyuntura electoral, si hay ganancia de poder local (alcaldía y congreso). El poder local y parlamentario pueden ser una oportunidad para ampliar el posicionamiento del liderazgo más allá de las fronteras de la ciudad de Santo Domingo de  Guzmán.

La incorporación a un bloque permite ganar simpatía desde dentro de las alianzas, alcanzar una mayor población en el posicionamiento de las ofertas políticas; obtener mayores resultados electorales con menor inversión de recursos financieros; expandir la incidencia territorial, sin que se pierdan o abandonen las concepciones políticas; aprendizaje de prácticas y métodos de las diferentes partes, Etc.