Nuevas gestiones, nuevos desafíos en los municipios

En su mayoría van a recibir una gestión acertada o no, en muchos casos agotada y con un presupuesto anual con 7 meses y medio de ejecución, un conjunto de deudas y cuentas por pagar, muy pocas cuentas por cobrar por concepto de recaudaciones, contratos en ejecución con empresas proveedoras de bienes y servicios en condiciones que ellos no negociaron y que no siempre favorecen a la corporación edilicia que van a presidir; unas nóminas en la mayoría de los casos irracionales y desproporcionadas, ciudades caotizadas y con gran cúmulo de basuras, sin espacios públicos humanos y dignos, en fin un verdadero desafío, que se torna tenaz por lo limitado de los recursos a administrar.
La problemática se torna compleja y se puede abordar desde diferentes ópticas. Lo haremos en dos flancos, por un lado, con acciones inmediatas y luego nos concentraremos en acciones de mediano y largo plazo o estratégicas.
Acciones inmediatas: lo primero es realizar el registro de firmas ante las instancias correspondientes; de igual modo se debe presentar una declaración jurada del patrimonio tanto de los alcaldes, directores, regidores, vocales y funcionarios responsables de la administración de recursos; antes de enfrascarse en cualquier acción y de desarrollar el plan de gestión se debe conocer la disponibilidad financiera con que se cuenta; tan importante como lo anterior, es conocer a mayor profundidad la estructura organizativa, el personal y el funcionamiento del ayuntamiento, teniendo presente que es obligatorio contar con las funciones de tesorería, contabilidad, recaudaciones, contralor interno y secretaría del concejo para todos los ayuntamientos, en el caso de los ayuntamientos con más de 100,000 habitantes se debe contar además con secretaría general y gerencia financiera.
Acciones Estratégicas: pasado el período de adaptación y conocimiento de la institución y situaciones que se reciben, hay que abocarse al diseño del plan de gestión a ejecutarse, el que debe estar en sintonía con las propuestas realizadas a la ciudadanía durante el período electoral.
Conocida la realidad institucional, los recursos con que se cuenta, los planes y proyectos que han servido de plataforma para ser electos, hay que desarrollar un proceso de identificación de necesidades de la población para mediante un proceso participativo elaborar lo que se conoce como plan municipal de desarrollo, al que al alinearlo con los posibles ingresos a generar por las diferentes fuentes disponibles se traduce en un plan local de inversiones, que a su vez será divido en los planes operativos anuales a ejecutar y que servirán de base para la elaboración del presupuesto anual y de los planes de compra de cada período. Dichas acciones estratégicas generarán las bases para una gestión planificada, eficiente y eficaz que debe ser dada a conocer por las vías disponibles para todos los habitantes del territorio, cumpliendo con el principio de la transparencia.
Para poder ejecutar adecuadamente esta gestión planificada se hace necesario sincerar y racionalizar el gasto, para lo cual hay que realizar una adecuada distribución del mismo de acuerdo a lo establecido en el marco legal, que indica los porcentajes en que se debe aplicar el mismo. Hay que evitar también las prácticas clientelares, contrataciones de personal con grados de consanguinidad, prácticas corruptas para la adjudicación y supervisión de contratos, sobre o infra valorización de contratos, contratos fantasmas y sin apago a las normas y procedimientos establecidos. Igualmente, se sugiere que los ayuntamientos se aboquen a lo que son sus competencias, ya que muchas veces distraen y concentran sus escasos recursos en acciones fuera de sus competencias o lo cual limita aún más los escasos recursos con que se cuenta.
Otras prácticas a evitar:
Ceder a presiones políticas con el uso de los recursos, incluidos los humanos,
Limitar la gestión al casco urbano de los municipios y distritos,
Pretender emprender todas las acciones y solucionar todos los problemas a la vez,
Solucionar los problemas de manera aisladas y no dentro del marco de una planificación de acciones,
Temer a la participación ciudadana y a la transparencia,
Mirar sólo la pobreza y carencia de las comunidades y no sus potencialidades de desarrollo existentes ya sean naturales, culturales o productivas,
Depender sólo de los recursos provenientes de las transferencias desde el gobierno central, y no abocarse a un proceso de gestión de ingresos locales,
No realizar las previsiones correspondientes, para el pago de regalías, doble sueldos y otros derechos de sus asalariados y recurrir a préstamos para el pago de los mismos;
Retener o incumplir con el pago de la seguridad social.

Éxitos a las nuevas autoridades.