Publicidad

"¡No bastan los aplausos!"

Nancy Vizcaino, actriz y carnavalera. Nancy Vizcaino, actriz y carnavalera.

Me apropio de esa frase que conocí del puño y letra de Marily Gallardo.

¡Que penoso el "desfile" de CARNAVAL del ADN!

¡Que desorden!

 
Cada 30 o 45 minutos pasaban entre una comparsa y otra. Sumado a esto personajes individuales se desplazaban en el malecón como caballos pal potrero delante del jurado más exigente que es el público dominicano.
Todos los años se ha habla de ese desorden y cada vez es mayúsculo.
No sé si los capitaleños son más desorganizados pero hay que ver cómo se desenvuelven los pequeños carnavales provinciales a la hora desplazarse las comparsas y personajes individuales. Desde que el desfile arranca se mantienen en sus filas o en el orden o composición de la muestra que ellos han creado para lucir sus creaciones.

No debe seguir el desorden e irrespeto de los carnavaleros para con el público, y mucho menos para con ellos mismos. ¡Es su fiesta!. Es como que le celebren una fiesta y ellos mismos le echen tierra a la comida y las bebidas.

Tampoco deben imponer los carnavaleros las reglas del juego. Esto ocurre con algunas comparsas. Estando listos no quieren desfilar porque desean ser de los últimos. Si existen reglamentos y bases en el evento y que ellos conocen, no es posible que sigan violentándose sin régimen de consecuencias..
Los participantes no deben llegar a la hora que se les pegue la gana para quedarse en el orden que ellos quieran. Pero mucho menos quienes "organizan" deben dejar que el evento se les vaya de las manos y descuidar los detalles.
He visto que la mayoría de los carnavaleros sólo quieren "alinearse" en el tramo donde están los jurados y esto no debe ser. Porque como desfile todos los presentes debemos ver lo que con tanto esfuerzo y dedicación han creado. Esto debe corregirse desde las bases, desde las reglas.
Una vez se entra al terreno del desfile o la embocadura que delimita que el evento parte de ahí, los actores del carnaval deben estar más alineados que pelotón de un ejército y el que no lo esté se "autodescalifica".

Hay que hacer un trabajo previo al evento de orientación a los protagonistas de esta actividad que son los carnavaleros sobre esta situación.

¡Ellos lo saben! Conocen los reglamentos y no se la razón por la que no los cumplen. Tal vez como no hay régimen de consecuencias en este país siguen pasando cada año los mismos errores.
Para remediar este tipo de cosas relativas al desplazamiento y orden de las comparsas se empezaron a distribuir jurados en el terreno, pero eso no ha contribuído en nada. Se les ve caminar en masas hasta llegar a la tarima principal.
Solo escucho a los cabeza de grupo preguntar: "¿Dónde es que está la tarima del jurado?".
¡Caramba!
¿Fajarse un año completo para posarle solo al jurado?
Y uno como espectador seco del solazo y sufriendo viendo solo el desastre. ¡No tiene sentido! Pero que uno se sienta mal no es tan grave como la vergüenza que uno experimenta al saber la impresión que se llevan los extranjeros de esto que llamán "nuestra mayor representación folklórica".
No puede ser suficiente hacer las cosas hay que HACERLAS BIEN.
Ayer ví a Don Dagoberto Tejeda, ayudando a organizar las comparsas. Una labor que debe ser ejecutada por jóvenes ágiles, hábiles y hasta con cierto grado de autoridad para controlar el tigueraje. Es verdad que a Don Dagoberto por la persona que es le tienen respeto todos esos muchachos que intervienen en el carnaval pero él aunque quiera no debe estar en ese trajín porque en esa euforia de de esas comparsas se Armán corre corre que uno siendo activo se atirtoja. Con el respeto que merece deben dejar a Dago disfrutando de ese evento del que él ha sido artífice. Se que para él es un honor ayudar en este proceso, pero no debe coger ese trote. Las autoridades del carnaval deben sentarlo en todos los carnavales locales como invitado especial.

En otro orden, veía mucha gente identificada como staff pero no veía que estaban haciendo ningún trabajo.

En RD hay muchísimas gente que quiere estar y no ser, ni hacer. Y a esto se suman una recua de lambones y aduladores que en vez de decir las cosas como son aplauden las que no están bien.
Se ha convertido en un modus operandi que algunos empleados de las instituciones sean los organizadores de los eventos. No siempre funciona. En actividades de poca envergadura puede ser factible pero en evento macro y que dejar que quienes saben trabajen.
¡Contraten empresas de producción!
Empresas o personas cualificadas con basta experiencia en la realización de eventos. Los empleados de las instituciones no deben seguir ejecutando eventos de esta magnitud como si fuera una kermesse de la junta de vecinos. ¡No!
El trabajo de las instituciones que han asumido la responsabilidad de ejecutar actividades artísticas o culturales debe ser únicamente el trabajo burocrático, el contacto con los protagonistas del evento y los empleados diestros y con experiencia en el área ponerlos a colaborar en áreas claves con la logística de la empresa contratada.

Salvo escasas excepciones que se cuentan con las manos y sobran dedos, no todos los empleados conocen ni tienen manejo en este tipo de actividades. El trabajo cultural no debe ser un asunto intuitivo sino certero.

Lo menos que veo yo en esto es que empleados que están designados para agilizar el desplazamiento de las comparsas y personajes para que el evento mantenga ritmo es que detienen a los mismos para hacerse "selfie" con algún conocido de una comparsa y a darse besos y abrazos porque tienen tiempo sin verse. Generando un bache entre comprarse y comparsa que podríamos poner 3 o 4 comparsas en medio para llevar el espacio vacío. ¡Dios mío ni Peter Brook se atrevió a tanto! .
Quienes están colocados en un tramo para ayudar a agilizar el carnaval cogen a comprar comida o a echar temas con alguien que se han encontrado allí. Y lo más grave e inaudito es que algunos que están designados para trabajar en la organización y a una hora determinada sueltan el evento porque se tienen que ir a cambiar pues también son miembros de una comparsa que sale más adelante.

Falta mucho criterio en RD y también respeto por el oficio que algunos desempeñan.

La cultura y sus eventos no puede ser una cuestión medalaganaria ni trabajar bajo el criterio del "eso sale" donde interviene gente que nunca le ha organizado ni una bullita a los sobrinos. Todo lo relativo al arte y la cultura debe ser una cuestión con certeza. Nos cuesta mucho a los que aspiramos a que las cosas salgan bien aceptar que quienes costean estos eventos se sientan encantados con resultados cuestionables o mediocres.
De tanto esfuerzo lo mínimo que debe quedar es la satisfacción del deber cumplido. No basta hacer. ¡Repito! hay que hacerlo bien. Porque cuando las cosas salen MAL no es una inversión es un gasto.
A mí me duele que las cosas queden mal no sé a ustedes. Mientras hayan limpiasacos que por estar fríos con quienes dirigen o auspician este tipo de actividades no les digan las cosas para lograr el CAMBIO estaremos mal.
Cojan esto como quiera pero para que la molestia ayude a mejorar. Tomo como punto de referencia esto de ayer pero lo mismo sucede en otros ámbitos.

No puedo ser indiferente a esto porque es penoso que las cosas no queden bien teniendo todas las posibilidades para hacerlo.

Conmigo la cultura, el arte tendrán QUIEN LE ESCRIBA. Se requieren menos aplausos, más propuestas de cambio para mejorar y más acciones.
l
Breguen, breguemos bien... "¡NO BASTAN LOS APLAUSOS!".
 
Periodísta, Teatrista, Gestora Cultural, Asesora de proyectos y colaboradora de los Diablos Ecológicos de San Cristóbal.

 

Información adicional

volver arriba

Secciones

Noticias Regionales

Nosotros

Síguenos

MunicipiosAlDia Alianzas