De La Vega, la pelota y los cubanos
- Escrito por Juan Cruz Triffolio
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- Publicado en Opinión
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Apuntes históricos dan cuentan que, a finales del siglo XIX, concretamente en 1896, cuando la guerra de independencia de Cuba estuvo en su apogeo, hicieron presencia en la ciudad de La Vega Real, junto al artista patriota Gumersindo Garay, algunos nacionales cubanos, representativos de diversos sectores sociales y económicos, quienes fueron recibidos como figuras relevantes.
En poco tiempo, muchos de ellos pasaron a ser troncos de prominentes núcleos de familias de apellidos sonoros, aportando significativamente al desarrollo socioeconómico y cultural de la referida demarcación cibaeña.
Para entonces, don Gumersindo Garay, quien cuenta entre sus aportes al cancionero cubano, el ser creador de más de 600 obras que retratan la idiosincrasia de los pobladores de la llamada Isla Fascinante, era un expresivo joven de unos 27 años de edad, acompañado de artistas bufos y acróbatas.
Dirigía y actuaba en aquella ocasión en una compañía cómica que logró deleitar al público vegano en varias presentaciones artísticas, generando algunos fondos económicos utilizados para sufragar sus gastos operativos, al tiempo que asignar, otra parte, a la Junta por la Independencia de Cuba.
Con la mencionada contribución, Sindo, como popularmente era conocido el apreciado artista cubano, junto a sus compañeros de andanzas trataba de cumplir con el deber patrio de materializar en su tierra natal la libertad y la soberanía, soñada por sus hijos y por el mundo entero.
Se recuerda que en su noble y ejemplarizante propósito Gumersindo Garay había salido como tórtola errante y sin nido de su amado y hermoso terruño para con sus canciones y presentaciones artísticas posibilitar que sus seguidores disfrutaran el placer más grande y sublime de su vida.
Se resalta que, para imprimirle mayor dimensión a su presencia en el escenario, con frecuencia aprovechaba la intervención de sus jóvenes acompañantes en la escenificación de competitivos y novedosos enfrentamientos beisboleros.
Consecuencia de lo anterior, existen quienes aseguran que gracias a los jóvenes cubanos que adjunto a Sindo Garay intervenían en sus atractivas presentaciones en La Vega Real fue posible la introducción del juego de pelota en la nación de Juan Pablo Duarte y sus compañeros Trinitarios.
Hay quienes sostienen que el hoy conocido y relumbrante Deporte Rey se practicó por primera vez en el territorio dominicano, en la extensa y atractiva comarca cibaeña, cuna de don Zoilo García, concretamente en el año 1897 y que los cubanos en referencia fueron los pioneros y quienes enseñaron la dinámica y las normas que caracterizan a esa fascinante y emocionante actividad deportiva que luego se propagó por todo el país.
Se destaca que los jóvenes veganos acogieron con mucho agrado y entusiasmo el béisbol enseñado por sus epónimos oriundos de la denominada Isla Grande del Caribe, al extremo de que, en poco tiempo, los nacionales, en la misma Cuba, han demostrado su extraordinario talento y habilidades en sus estadios.
No obstante lo ya manifestado y guardando diversas inquietudes en torno al por qué la pelota en La Vega, lamentablemente, no ha logrado un acentuado desarrollo, al extremo de actualmente no contar con un verdadero y competitivo equipo profesional que le represente, procede reiterar, al final de estos párrafos, nuestra gratitud imperecedera a los jóvenes cubanos de aquella época, quienes tuvieron la gentileza de enseñarnos tan saludable y apasionante deporte.
Gracias del alma…