INACIF la irresponsabilidad mortal
- Escrito por Pavel De Camps Vargas
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- Publicado en Opinión
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El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) tiene una responsabilidad ineludible: brindar información certera, objetiva y respaldada por la ciencia forense. Es la institución llamada a traer claridad donde reina el dolor, la confusión o el crimen. Pero esta vez, en medio del luto nacional tras el colapso en la discoteca Jet Set, el INACIF no solo falló… El deber que no se cumplió, a la vez comprometió su credibilidad con un acto de irresponsabilidad que raya en lo inaceptable.
Una acta de difusión emitida con una dirección incorrecta —ni siquiera coincidente con el lugar de los hechos— y sin la mención explícita de que las muertes correspondían a las víctimas de la tragedia del Jet Set, ha levantado una nube de indignación y sospecha. ¿Cómo puede una institución técnica, entrenada y con recursos cometer errores tan básicos en un momento tan delicado?
¿Negligencia o encubrimiento?
La omisión del nombre “Discoteca Jet Set” en el acta oficial no es un simple descuido. Se trata de una información vital en la documentación pública que impide la trazabilidad clara de los hechos. Este vacío no solo confunde a los ciudadanos y familiares, sino que también obstaculiza el trabajo de periodistas, abogados, fiscales y defensores de derechos humanos que intentan entender lo que ocurrió y rendir cuentas con base en la verdad.
¿Fue esto un error aislado de redacción o un intento deliberado de desviar la atención de una tragedia que ha sacudido a toda la República Dominicana? En un país donde la confianza en las instituciones se construye con dificultad y se destruye con rapidez, el INACIF ha quedado expuesto como un ente que necesita ser urgentemente auditado, reestructurado y observado con lupa.
El silencio que ensordece
Ni una disculpa pública. Ni una corrección oficial. Ni una rueda de prensa aclaratoria. La respuesta del INACIF ha sido el mutismo institucional, ese que es más elocuente que cualquier declaración. Mientras tanto, los familiares de las víctimas siguen buscando certezas entre documentos fríos, números ambiguos y actas que omiten lo esencial.
El país merece algo mejor que esto. El dolor colectivo no puede ser agravado por errores técnicos ni negligencias que dejan a las víctimas en el limbo forense. ¿Qué hubiera pasado si esta omisión se hubiera dado en un caso judicial? ¿Quién responde por los posibles entorpecimientos legales, por la desinformación mediática o por el impacto en la memoria de los fallecidos?
Una tragedia no puede ser tratada con ligereza
La tragedia del Jet Set no es un hecho aislado ni menor. Es la mayor catástrofe estructural vivida en un centro de entretenimiento en la historia reciente del país, con decenas de muertos, heridos y familias destrozadas. En ese contexto, el INACIF tenía la obligación ética, legal y moral de actuar con precisión quirúrgica. Pero no lo hizo.
¿Y ahora qué?
● ¿Quién asumirá la responsabilidad por este acto de negligencia forense?
● ¿Qué protocolos se activan cuando el INACIF falla?
● ¿Dónde queda la confianza pública cuando la institución que debe hablar con pruebas, se equivoca hasta en la dirección?
● ¿Cuántos errores como este habrán pasado desapercibidos en otros casos igual de graves?
● ¿Estamos ante una simple omisión o frente a una señal de podredumbre institucional?
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La verdad, la justicia y la memoria de los fallecidos no deben depender del azar ni del descuido. El INACIF ha fallado cuando más se le necesitaba. Y ese fallo tiene consecuencias que aún no hemos comenzado a dimensionar. Porque cuando la ciencia forense se vuelve imprecisa, el país entero queda atrapado en la oscuridad.