Carta a Danilo Medina en otro mes de gestión

Ciudadano Presidente:

Respetando su política de abordar problemas sectoriales, comunitarios y nacionales, es obvio que ha soslayado el cardinal problema de la impunidad, pegado a la corrupción, como la uña al sucio.

Usted había popularizado la expresión "me venció el Estado" que identificaba a Leonel Fernández desde cuando ahogó sus pretensiones presidenciales en unas primarias del PLD utilizando desenfrenadamente los recursos del Estado.

En las últimas elecciones, Fernández repitió la historia, multiplicando la inversión de fondos públicos esta vez para que usted alcanzara la Presidencia. No sólo fue reincidente, sino que lo pregona de manera recurrente, igual que sus allegados.

En compensación, su gobierno está controlado por funcionarios procedentes de las gestiones de Fernández, varios en las mismas funciones.

A los cuatro meses usted no se ha pronunciado de manera categórica frente a la corrupción del pasado gobierno y de aquellos que merecen fundamentados procesamientos judiciales.

La impresión callejera es que a usted le importa muy poco la convicción ciudadana. Peor aún, el indiscutido monto de un déficit fiscal por más de 205 mil millones de pesos (muchos de los cuales fueron invertidos en su campaña presidencial), desencadenó la preocupación por un colapso económico.

Usted y su entorno optaron por silenciar las causas del descalabro. Por el contrario, lucen indiferentes ante las engañosas explicaciones de la OTAN morada que constituyen groseras burlas a la ciudadanía.

Ese es el fondo del rechazo creciente a la reforma tributaria que se aplicará en breve contra viento y marea, sin importar sus consecuencias sociales.

Sin adolecer de pesimismo ante todo año entrante, mi convicción para el 2013 es que las adversidades de la población sufrirán un empeoramiento.

Por más que se intente desviar la atención pública, crecerán los reclamos contra la impunidad y la corrupción, alentados por el incremento asombroso del costo de la vida y la multiplicación de las precariedades.

Si usted no quiere mirar hacia atrás, que buen viento lo enrumbe hacia adelante.

Pero no insista en pretender un odioso borrón a las cuentas en cifras multimillonarias contraídas por la OTAN morada.

Es de pronóstico reservado el propósito de que la población pague esas cuentas mediante el incremento de los impuestos.

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