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Ser madre soltera no es delito

Ser madre soltera es una mujer que posiblemente no tuvo esposo, o quizás tuvo un novio, una pareja sentimental y se separaron, quedó embarazada sin planificarlo, el padre a lo mejor, nunca  se enteró de la existencia de un hijo o simplemente ella eligió "ser la Madre de su hijo y punto", pero jamás eso significaría delito alguno.

A estas posibilidades mencionadas, se les  suman los prejuicios y estigmas de la sociedad,  y los que enfrentan estas mujeres, muchas veces es frustrante y doloroso.

Lo que muchos no tienen en cuenta, es que esta decisión no tiene que ver quizás, con una postura egoísta o narcisista, por parte de la mujer sino, un acto de honestidad, una decisión muy  personal de ellas y sus razones.

La culpa generalmente invade a estas mujeres, cuando van  más allá de las normas aprendidas durante su niñez, donde se supone que los hijos crezcan en el seno familiar, entiéndase. madre y padre.

Sin embargo, en la actualidad aquel escenario del hogar tradicional, conformado por padres e hijos, ha dejado de ser predominante, en el sentido, que en hoy en día, miles de mujeres, asumen la responsabilidad, de criar, solas a sus vástagos.

Asumir tal rol,  algo difícil pero no imposible, en la crianza de los hijos sin la figura paterna, la cual entiendo es necesaria, toda mujer, debe estar clara que un padre es un ente importante en la formación, bienestar y educación de los hijos.

Las madres solteras se enfrentan a numerosas dificultades, empezando por el cuidado de los niños, la educación, un techo seguro,  alimentación y muchos otros factores, que se suman a esta responsabilidad que tienen, tomando en consideración, que los niños y niñas, preguntarán mañana por su padre.

A diario, veo y escucho miles de hijos, tratando de encontrar a sus progenitores, afirmando la necesidad de la presencia del padre, sin menospreciar la titánica labor, de esas guerreras, incansables, llenas de un valor incalculable, como son las madres, solteras o casadas, que sería el status ideal, pero no siempre, las cosas son como deben ser, pero  suceden.

Todas las madres delante de Dios, tiene su valor, son los seres humanos los que juzgan, los que señalan, los que sin encomendarse a nadie, ni conocer la situaciones de tener un hijo sin casarse, siempre viven opinando, sin ponerse en los zapatos de todas esas, mujeres del mundo, que el señor las ha bendecido, con parir, frutos de su vientre.

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