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Algunas ideas para honrar al Patricio Matías Ramón Mella

Por su contenido científico para las humanidades, reproducimos las palabras de la Directora de la Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a propósito del aniversario de Matías Ramón Mella, Padre de la Patria.

Al entonar el canto a la patria,  las estrofas 6 y 7 del sexto verso que reza: ¡Donde el genio de Sánchez y Duarte/A ser libre o morir enseñó! Se pregunta una. ¿Y dónde está Mella?

¿Qué graves contradicciones podría tener el patricio con las élites que heredaron el prestigio y el poder que les condujeron a dejarlo fuera? Este es un gran aprendizaje para las generaciones de dominicanos y dominicanas de hoy.

Cuando el ser humano se enfrasca en una lucha basada en valores, con un enemigo polivalente, multicéfalo, la gloria es lo menos importante; el honor es lo único. Y de Mella es.

Apena escuchar chistes muy desabridos, basados en perversidades que han pasado de generación en generación acerca de uno de los seres más puros y dignos de nuestra historia.

Lo primero que se encuentra uno es el desastre malvado de alguien que se le ocurrió hacer reír a los demás diciendo que a Mella se le cayó el trabuco y se le zafó el tiro.  La verdadera historia, que está documentada, no inventada, es que cuando algunos trataron, asustados, de retirarse esa noche del 27 de febrero, en la Puerta de la Misericordia, Mella les maldijo, les echó unos cuantos carajos y otras malas palabras y lanzó el trabucazo sin darles la oportunidad a retroceder.

Otros dicen, sin saber mucho sobre el tema que Mella trabajó con Santana para anexar la república a España. De ser así no lo habría expulsado el gobierno de Santana al exilio, en el buque Pizarro, que lo llevó a Santiago de Cuba el 22 de febrero de 1861, un mes antes de proclamar la Anexión. Y no habría regresado Mella desde el exilio como Ministro de Guerra y Marina del Gobierno Restaurador, y no habría desarrollado la guerra de guerrillas contra las tropas españolas.

Así, que la historia es otra, no la de los perversos que haciéndose los graciosos echan lodo en el honor de seres como él, que es echarlo sobre todos nosotros los que tenemos muy presentes las palabras de honor, libertad y República Dominicana de los padre fundadores de nuestra nacionalidad.

Pero, ¿cuál es la suerte de los que deciden transitar por el camino del honor? La Anexión de la República Dominicana a España se proclamó el 18 de marzo de 1861, con Matías Ramón Mella, expulsado a Cuba, Francisco Sánchez del Rosario exiliado en Saint Thomas y quien tratando de resistir las tropas españolas entró por la frontera con Haití y allí mismo fue fusilado el 4 de julio de 1861 por los anexionistas, y Juan Pablo Duarte quien proclamó su repudio, y se presentó al campo de batalla, aunque ni tan solo fue tomado en cuenta.

De donde sacan los enemigos de la República las contradicciones de Mella con los Trinitarios, si este que era un comunicado, designado por el mismo Juan Pablo Duarte, y fue el artífice de la alianza de todos los sectores nacionales, fueran liberales o conservadores, hateros o pequeño burgueses, haitianos contrarios a Boyer o franceses, militares o civiles que lucharon por la separación, si fue el mismo Mella quien proclamó el 16 de enero de 1844 el acta de separación.

Algunos hablan de una fuerte contradicción entre Sánchez y Mella por las gestiones independentistas en la búsqueda de alianzas con los sectores conservadores y cuando Duarte manda a Mella a Haití a negociar apoyo de Charles Herard, (conocido como Riviere).

Para Mella la cuestión era de alianzas con todos los sectores, pero eso a Sánchez no le pareció correcto enviándole a Duarte una carta de advertencia y duda sobre el comportamiento de Mella y que aparece en el Diario de Rosa Duarte; pero Duarte convenció a Sánchez de que eran pertinentes las gestiones que realizaba Mella con sectores opuestos, sobre todo con Tomas Bobadilla, para el logro de la independencia y en pocos días Sánchez y Mella se convirtieron en la gran mancuerna del proyecto de separación. Existe una carta del 8 de diciembre de 1843 de Sánchez a Duarte que así lo manifiesta, y otra de Duarte a Sánchez y a su hermano Vicente Celestino en la que los convence de la bondad de las estrategias de Mella.

Un mes mas tarde todo quedó aclarado cuando Mella en el manifiesto del 16 de enero de 1844, informaba al gobierno de Boyer que “Los dominicanos han tomado la firme resolución de separarse para siempre de la República Haitiana y constituirse en Estado libre y soberano”.

Mella forma parte de la primera Junta Central Gubernativa siendo presidente provisional de la República por 6 horas, pero su formación militar lo llevó a organizar el país para la guerra que se avecinaba.

La Junta Central Gubernativa nombra al Coronel del ejército nacional Matías Ramón Mella como gobernador de Santiago donde ya se había convertido en el jefe político y militar de la región por sus nexos con los productores de tabaco, básicamente de la sierra.

En marzo, a pocos días de proclamada la independencia se desplazaba Mella por la región del Cibao de comunidad en comunidad, organizando un ejercito irregular sin formación militar, cuando estando en San José de la Matas se produce el ataque a Santiago por las fuerzas de Pierrot, mas los santiagueros instruidos en guerra de guerrillas aplicaron la carga al machete, mejor conocida como carga de los andulleros que mas tarde se convirtió en método de lucha de mambíes dominicanos, puertorriqueños y cubanos contra los estructurados ejércitos imperiales.

Producto de esta experiencia escribiría Mella el Manual de Guerra de Guerrillas que dirige por medio de una circular de fecha 26 de enero de 1864 y que recoge toda la experiencia del pueblo dominicano en esta forma singular de lucha.

La ausencia en el momento del ataque de inicio de la Batalla de Santiago, o Batalla del 30 de marzo hace que sea reconocido como héroe de la misma al lugarteniente de Mella y no al Coronel; pero esta es otra de las injusticias de la historia sobre Mella; a algún historiador de las élites dominicanas le dio por negarle el espacio que merecía, talvez alguno del presente o del futuro logre rescatarle con investigaciones mas profundas que le devuelvan su lugar.

Cuando ocurría la batalla de Santiago Mella acudía a una batalla mas difícil que la militar, y era la batalla política contra los sectores anexionista que buscaban un protectorado francés, inglés o estadounidense y para debilitarlos proclamó a Juan Pablo Duarte como Presidente de la República.

El resultado: Duarte, Mella, Pina y Sánchez fueron declarados “traidores de la patria”, por la misma Junta Central Gubernativa por lo que tuvieron que regresar al exilio en agosto de 1844.

Pero como dice Brecht, “los imprescindibles luchan todas la vida”. Mella regresó al país en 1848 y se integró al gobierno de Manuel Jiménez, único trinitario que fue presidente en la primera república y por espacio de un año mas o menos, desde donde se convirtió en uno de los militares mas activos en la guerra dominico haitiana venciendo las tropas de Soulouque en mas de una batalla junto al insigne Antonio Duverge.

Desde ese momento hasta la anexión de la república a España Mella ocupó varios cargos de gobierno como Secretario de Estado de Hacienda y Comercio, Ministro de la Guerra, Gobernador, pero uno de esos cargos ha sido manipulado por muchos, el de Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente la Reina Isabel II para gestionar el reconocimiento de la independencia de República Dominicana, lo cual era una práctica diplomática obligada por todas las naciones que debían ser reconocidas como tal.

Lo que todos repiten es que Matías Ramón Mella nació en Santo Domingo un día como hoy 25 de febrero de 1816, que era  hijo  de Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo, que era hermano del también patriota trinitario Ildefonso Mella, que era esposo de la gran luchadora independentista Josefa Brea, quienes juntos eran padres de Ramón Mella Brea[1], aquel que junto a los libertarios puertorriqueños lanzó el grito de Lares por la independencia de Puerto Rico el 23 de septiembre de 1868, donde murió fusilado; quienes eran abuelos de Julio Antonio Mella, fundador del Partido Comunista Cubano, quien era hijo de Nicanor, el que tuvo que salir del país exiliado también y que se integró a la lucha independentista de Cuba.

Vicepresidente Restaurador 1863-1864 y quien murió en la más absoluta miseria el 4 de junio de 1864, como Duarte y Sánchez, con la distinción de ser dos veces prócer de la República, pidiendo que lo enterraran cubierto por la Bandera Nacional.

Hoy los uasdianos con esta ofrenda a Matías Ramón Mella, le expresamos el respeto de toda la nación al héroe, prócer, líder del pueblo dominicano en la lucha por la separación, la independencia, la formación del Estado soberano y al servicio de nuestro pueblo!

 

 


[1] La presencia dominicana en Lares se expresa en el fusilamiento de Ramón Mella, hijo del patricio Matías Ramón Mella quien era miembros del “Comité Revolucionario de Puerto Rico”. Haroldo Dilla, Emilio Godinez. Ramón Emeterio Betances. Casa de las Américas. La Habana, 1983. Pág. 57.

 

 

 

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