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Es necesario reducir la mortalidad cardiovascular

Las enfermedades cardiovasculares representan en la población adulta de todos los países las principales causas de muertes. Siendo los principales factores de riesgos determinantes de estas muertes y morbilidades  la hipertensión Arterial en primer lugar, seguida por los niveles altos de colesterol en la sangre  y la diabetes miellitus, y otros más. El deterioro, gradual y progresivo provocados por las  entidades clínicas mencionadas en los órganos vitales del ser  humano: corazón, cerebro y riñones son catastróficos para el individuo y la sociedad. Cuando ocurre un evento cerebrovascular millones de células neuronas mueren con el consecuente deteriores de funciones neurologicas cognitivas y fisiológicas que afectan otros órganos y sistemas.  Otras tantas suceden en los episodios vasculares que impactan el corazón y el riñón.

El impacto en la calidad de vida de los supervivientes afectados por  estas enfermedades cardiovasculares influye de terminantemente en  lo cotidiano y social  por sus consecuentes limitaciones en la vida del enfermo y la dificultad para reintegrarse a la sociedad y a los medios de producción, arrastrando consigo una carga económica para la familia y la sociedad.

Las afecciones cardiovasculares se consideran la pandemia del siglo. Por la alta incidencia y prevalencia de las mismas; constituyen un gran desafío para los gobernantes del planeta tierra. Las Naciones Unidas y otras organizaciones  que intervienen en el comportamiento de los indicadores de salud a nivel mundial y regional como son la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y las sociedades medicas organizadas han lanzado la voz de alarma en relación a la magnitud del problema.

Las enfermedades cardiovasculares y sus complicaciones son crónicas, de toda la vida, requieren tratamientos permanentes, condición esta que las convierten en enfermedades de alto costos para la familia y la sociedad.

El costo es aun mayor, cuando se presentan los eventos agudos de estos padecimientos, principalmente en el  corazón y cerebro. Donde el tiempo es vital para evitar  muertes de tejidos de estos órganos, en los cuales la emergencia demanda de un sistema hospitalario organizado con  ambulancias debidamente equipadas, personal medico y paramédico capacitados, medicamento de alto costo y tecnologia medica de punta.

En la República Dominicana los centros médicos del sector público y privados, no están adecuadamente preparados, en número y calidad para dar respuesta eficaz  y,  en el tiempo que requieren estos eventos de vida o muerte en un espacio de tiempo determinado. Es un panorama real de la dinámica del sistema de salud en el  país, que conjuntamente con la limitada cobertura  de recursos económicos de parte del Sistema Nacional de Seguridad Social del gobierno y la Administradoras de Riesgos de Salud, mantienen  las enfermedades cardiovasculares en la primera línea como causa de muerte y lesiones permanente en la población del país.

Es por eso que la Sociedad Dominicana de Cardiologia en el ultimo congreso efectuado en junio del presente año alzo la voz  con el slogan: " Hacia las Metas en la Prevencion  de la Enfermedad Cardiovascular" ,con la finalidad de reducir la mortalidad en un 25% hacia el ano 2025.

En el ámbito de las posibilidades de la República Dominicana, si nos miramos en el espejo de los Estados Unidos, una nación desarrollada, con alta tecnología médica y medicamentos eficaces para el tratamiento de estos padecimientos, sin embargo, la mortalidad por causa de estas enfermedades es preponderante. Es decir, que la terapia de nivel superior implementada en esa nación no ha dado los resultados esperados, por lo que la Agencia de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (F.D.A.), sigla en ingles, ha recomendado cambios en el estilo de vida.

Es una señal que debe ser asumida por la Sociedad de Cardiología en su empeño de reducir la mortalidad cardiovascular para el año 2025. Es una meta que se puede lograr con la acción unificada de todas las instituciones de salud  trabajando para alcanzar la meta en proyección. Comenzando por la detección temprana y control adecuado de la Hipertensión Arterial, de la Diabetes miellitus. Cambios en el estilo de vida con  dieta saludable, practicar ejercicios, control de obesidad, no al tabaco y control en el uso de las bebidas alcohólicas

El camino más expedito que tiene la República Dominicana para la prevención de las muertes por causas cardiovasculares es la prevención. Es efectiva y cuesta menos.

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