Más de una vez he escuchado a los alcaldes quejarse de lo poco agradecidos que son los munícipes pues al finalizar su gestión han olvidado sus esfuerzos por ayudar a la gente y resolver los principales problemas del municipio. Y es que muchas de las gestiones municipales no merecen ser recordadas. Las autoridades se entrampan en el día a día, en satisfacer las necesidades inmediatas, en dispersar el presupuesto tratando de complacer a todo el mundo. Y al final solo les queda el cansancio...

Por eso es tan importante la planificación. Es la única herramienta que permite a la autoridad municipal colocarse por encima del día a día al menos una vez, para pensar estratégicamente en el futuro del municipio. Para definir aquel proyecto que cambiará la realidad o al menos parte de ella, y será el aporte de su gestión al municipio que todos sueñan. No necesariamente grande, no necesariamente algo construido, pero sí algo que proporcione bienestar a la gente de manera permanente. No tienen que ser muchos proyectos pero tienen que ser buenos.

¿Por cuál proyecto, señor alcalde, señora alcaldesa, le recordarán al terminar su gestión? Si aún no lo ha pensado, le quedan dos años para evitar que su gestión transcurra sin pena ni gloria.