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¿Quién dijo que no se debe y se puede ser rebelde? Adiós Muhammad Alí

Ya descansa para siempre en su Louisville natal el campeón rebelde del boxeo en los Estados Unidos Mohammed Alí, quien fue bautizado como Cassius Marcellus Clay Jr., uno de los personaje iconos de la historia del siglo XX.

 

Alí fue despedido por mas de millón y medio de personas, que se acercaban al vehículo donde viajaban sus restos mortales, eran una mayoría los negros pobres del sur de los Estados Unidos, quienes lanzaban flores, tocaban alguna parte la carrocería de la limosina y gritaban el nombre de quien fue un ejemplo de rebeldía en su época.

Los seres humanos al nacer, lo hacemos con los puños cerrados, como si estuviéramos destinados a seguir el pleito que tuvo el espermatozoide que nos engendró al penetrar solo el al ovulo que inició nuestras vida, y la diferencia entre ser trascendente o no durante los años que permanecemos en esta tierra, es si esa actitud de pelear por lo que creemos la mantenemos.

Muhammad Ali fue un rebelde y un avanzado a su época, sus condiciones naturales le abrieron paso, junto con el sacrificio del entrenamiento, dijo una vez que odiaba cada minuto que pasó entrenando, y esto le hizo un personaje con voz suficiente para pelear en el ring de forma brillante para ganar el escenario donde podía pelear por lo que creía.

No es casualidad que Ali haya sido un personaje reconocido y respetado a través de los años, tuvo la suerte de que las causas por las que peleó y por las que sacrificó su vida tuvieron que ser reconocidas como enormes injusticias que muchas de las cuales han sido en parte corregidas por una sociedad donde el fracaso es símbolo de sufragio vital.

En el época donde descolló este símbolo de la lucha por los derechos civiles de la raza negra en Estados Unidos, en el sur de ese país, los negros no podían usar los mismos baños, comer en las mismas mesas, sentarse en los autobuses, dormir en los mismos hoteles y muchos etcéteras que fueron combatidos por grupos radicales y pacifistas, siendo la comunidad de Selma en Alabama un símbolo de la brutalidad con que eran tratados.

Alí ganó, contra todos los pronósticos el campeonato de los pesos pesados, inmediatamente cambió su nombre, que el llamaba de esclavos, y se convirtió al Islam, como una manera de mostrar su rebeldía frente a las humillaciones que sufrían los que tenían su mismo color de piel.

Con su lucha, la de Martin Luther King y algunos grupos radicales como el de Malcolm X, hoy en día, no solo los negros tienen todo el derecho de usar las mismas facilidades que los blancos en todo el territorio de los Estados Unidos, sino que uno de su raza ocupa la Oficina Oval en la Casa Blanca, el lugar desde donde despacha quien tiene mayor poder individual sobre la faz de la tierra.

Cuando lo llamaron a pelear en la Guerra de Vietnam, lugar donde morían los negros y los hispanos junto con los blancos mas pobres de su país en un conflicto bélico sin sentido, declaro que no iba a viajar a Vietnam a matar pobres que no le habían causado ningún daño para que siguieran siendo esclavos de los blancos.

Se declaró un rebelde de conciencia, fue despojado de sus títulos sobre el ring y peleó su posición en los tribunales en contra del servicio militar obligatorio, se negó a presentarse en tres ocasiones, y en una sociedad norteamericana acostumbrada a los ¨negros buenos¨ que servían en las mesas, boxeaban y cantaban para disfrute de los blancos, a este negro de Louisville se le intentó pisotear, solo que el no de dejó.

Casi cuatro años, en el clima de su carrera y sus facultades físicas, fue impedido de boxear, sin embargo su rebeldía lo llevó a vencer al sistema injusto en que nació, hoy en día el servicio militar no es obligatorio en los Estados Unidos, y a nadie se le obliga a ir a matar en una guerra en contra de su voluntad.

La actitud de Alí lo convirtió en el blanco favorito de los que alababan el nacionalismo, glorificaban la guerra y vivían de glorias pasadas, a esto el los confrontó con sus creencias, con la discriminación que sufrían los habitantes de los barrios negros en su país, las escuelas y universidades segregadas y venció el rebelde, todo esto ya es parte del pasado en ese país.

¿Quién dijo que vinimos a esta vida a ser adocenados y conformistas porque esto es lo que parece normal? a nuestro juicio, y la vida de Muhammad Alí, como la de muchos otros lo demostró; solo los que se atreven a cuestionar las injusticias y luchar por las causas en las que cree, son los destinados a trascender por encima del tiempo prestado y corto que se nos regala para pertenecer a la raza humana.

Murió y ya fue enterrado el cuerpo de quien en vida se llamó por voluntad propia Muhammad Alí (el enviado de Dios), rodeado del cariño y el respeto de blancos y negros, pobres y ricos, un hombre admirable cuya lucha de mas de 30 años contra el mal de Parkinson y vencerlo, fue el gran y largo episodio de lo marcó para admiración de los que tuvimos la suerte de mirar desde lejos una vida ejemplar hasta en la enfermedad.

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