El hijo de Juan Pablo Duarte
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Fotografía de Juan Pablo Duarte Hijo, junto a su esposa Carmen Leonora De Jesús Parra y sus cinco hijos: Estos últimos de izquierda a derecha, Juan Pablo, María Epifania, Pedro José Rai-mundo, Carmen Mercedes y Juana Antonia Duarte Parra. Esta fotografia del hijo de nuestro Patricio fue tomada alrededor de 1894 en San Felipe, Estado Yaracuy, Venezuela: (Del archivo de R. T.).
Este es el hijo de Juan Pablo Duarte junto a su esposa Carmen Leonora De Jesús Parra y sus cinco vástagos en 1894. Raimundo Tirado afirma que es el primogénito de Duarte (26 de enero, 1813-15 de julio, 1876), el Apóstol y Prócer de la epopeya nacional que culminó con la proclamación de la Independencia de la República Dominicana en 1844.
Nació Juan Pablo Duarte hijo en 1860 en San Felipe, Estado Yaracuy, Venezuela. Fue procreado con Marcela Mercedes Duarte.
Aunque el acta de defunción del patricio dice que murió soltero, uno de sus biógrafos, Luis Padilla D'Onis (1881-1956) dice que, al parecer no tuvo tiempo para la vida hogareña. Hay episodios de su vida, que aún no están esclarecidas, narradas ni aclaradas con fuentes fidedignas para dar explicación a sus silencios y ausencias, como el hecho de que, según Padilla D'Onis contrajo en «absoluto secreto» matrimonio con su prima hermana Vicenta Diez (nacida en El Seibo en 1817), hija de su tío Félix Diez probablemente en 1839 ante un Notario, en Santa Bárbara.
Vicenta vivió y murió en El Jovero, Sabana de la Mar, junto a sus hijas María del Carmen Sandalia y Sinforosa Duarte y Diez, llevando una vida de fugitivas para protegerse de las persecuciones contra Duarte, según un acuerdo entre los esposos. En 1843, huyeron de la ciudad intramuros en la madrugada, tomando el camino de la Sabana del Estado.
En 1955, Padilla D'Onis reveló esta investigación, desafiando a la élite intelectual de historiadores dominicanos, que siempre negó la descendencia de Duarte y reaccionó con furia ante este cuestionamiento. Para ellos, Duarte debía permanecer como una figura mitificada, incólume, celestial e iluminada por la inmortalidad.
De Vicenta, Sandalia y Sinforosa no se conservan fotografías. Están invisibles, en el olvido.
- República Fémina -
