Seguridad nacional en la era digital: ciberseguridad y gestión de riesgos frente a amenazas híbridas
- Escrito por Jorge Reyes
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- Publicado en Opinión
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En un mundo marcado por amenazas físicas y digitales, la seguridad nacional enfrenta desafíos cada vez más complejos. La gestión de riesgos a desastres, la ciberseguridad y la ciberdefensa se interconectan para proteger a las naciones frente a las amenazas modernas. Además, la relación entre la seguridad nacional y la gestión de riesgos es clave para garantizar la estabilidad y el bienestar de los ciudadanos.
La seguridad nacional y la gestión de riesgos comparten la misión de proteger la infraestructura crítica y la población ante emergencias. La protección de hospitales, redes de transporte y sistemas de comunicación es vital para garantizar la respuesta eficiente a desastres naturales y provocados por el hombre, como ataques terroristas o conflictos. Por ello, la colaboración interinstitucional y los planes de preparación son esenciales para mitigar el impacto de estas crisis.
Desastres naturales como huracanes y terremotos, junto con amenazas humanas como ataques cibernéticos y conflictos, pueden desestabilizar la seguridad nacional. La gestión de riesgos actúa como una herramienta preventiva clave para proteger tanto la estabilidad económica como la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
Japón ha integrado estrategias para desastres naturales con preparación ante ataques a infraestructuras críticas, destacando la protección digital de sistemas de alerta temprana contra terremotos.
Estados Unidos utiliza modelos de respuesta rápida, como la FEMA, que trabaja en coordinación con agencias de seguridad nacional para enfrentar amenazas híbridas.
Unión Europea promueve la colaboración internacional mediante simulacros conjuntos y reglamentos avanzados de ciberseguridad
República Dominicana lidera en la región con iniciativas innovadoras, como seguros agropecuarios y planes de continuidad para empresas del sector turístico, vitales para la economía nacional.
La gestión de riesgos refuerza la seguridad al garantizar la estabilidad económica y fortalecer la resiliencia comunitaria. Por ejemplo, simulacros liderados por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) preparan a las comunidades vulnerables ante inundaciones para evacuaciones seguras y rápidas. Además, la colaboración internacional con el PNUD y el Banco Mundial ha permitido mejorar la infraestructura y las estrategias de respuesta local.
En un entorno global marcado por la convergencia de amenazas físicas, digitales y sociales, la seguridad nacional se erige como un pilar indispensable para la estabilidad de las naciones. La integración de la gestión de riesgos a desastres, la ciberseguridad y la ciberdefensa no solo protege la infraestructura crítica y a los ciudadanos, sino que también fortalece la capacidad de respuesta ante una variedad de desafíos complejos y modernos.
Los ejemplos internacionales, como las estrategias de Japón, Estados Unidos y la Unión Europea, nos muestran que la colaboración interinstitucional y la preparación conjunta son esenciales para enfrentar riesgos híbridos. De manera similar, la República Dominicana ha demostrado un compromiso notable en la implementación de estrategias innovadoras que abordan tanto riesgos naturales como humanos, reforzando su marco legal y político, invirtiendo en resiliencia comunitaria e incentivando la participación ciudadana.
En este contexto, la actividad convocada por la "Antigua Orden Dominicana" el próximo 30 de marzo en el Hoyo de Friusa, Bávaro, resalta la importancia de mantener la estabilidad territorial y social como parte integral de la seguridad nacional. Este evento pone de manifiesto la necesidad de abordar las preocupaciones sociales desde una perspectiva estratégica, promoviendo el diálogo y la acción organizada en defensa de la soberanía y el orden.
El camino hacia un futuro más seguro requiere un enfoque multifacético y proactivo que combine la innovación tecnológica, la planificación preventiva, la cooperación entre instituciones y la implicación activa de las comunidades. Solo así las naciones podrán estar verdaderamente preparadas para enfrentar los desafíos de este siglo y garantizar el bienestar y la estabilidad de sus ciudadanos.
El autor es especialista en Gestión Integral de Riesgos, con formación en Ciberseguridad, Ciberdefensa y Contrainteligencia.