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¿Chantaje con turba intimidará a la Fiscal?

Dicen presión de turba se orientó a violentar convicción de la fiscal. *Aún no demuestran que la turba fue espontánea. *Opinan que Leonel manda pero no va.

Estas líneas reivindican el derecho a réplica ante las publicaciones de la horda leonelista el día del periodista en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva: Otro atropello al estado de Derecho.

En las calles dijeron que el turbulento espectáculo enloda más la imagen de la Justicia.

Aunque la magistrada no lo admita, como ser humano no es invulnerable al chantaje, protagonizado por gente que obedece a la OTAN del PLD.

Chantaje significa violencia tipificada por la turba, expresiones verbales coercitivas, coacción. Todo con intenciones intimidatorias.

Durante una tertulia, fue unánime el criterio de que "el uso de la presión sicológica pretende sellar de impunidad a Leonel Fernández". Un contertulio atribuyó a Leonel "tratar de ganar tiempo para refugiarse bajo Parlacen u otros techos".

Un locutor asistente comentó que si la pendiente conclusión de la Fiscal confirma el objetivo de la turba, debemos anunciar los funerales del ministerio público en el cementerio "la puerta del PLD".

Reveló que en su labor locutoril recibe múltiples llamadas diariamente haciéndose eco de la opinión callejera en el sentido de que "Leonel Fernández debiera aclarar que no teme enfrentarse ante un tribunal como lo hacen los hombres hombres".

A partir de esas expresiones de un sentimiento ciudadano que salieron al aire por radio, quien escribe, en su condición de periodista con más de cinco décadas publicando textos, doy fe y testimonio de mi convencimiento personal de que sobre Leonel Fernández existe la percepción de que es presa de un miedo inocultable.

De la misma manera que respeto a cuantas personas publican sus juicios contrarios a los míos, entiendo que debe respetarse esa opinión generalizada de que Leonel Fernández no puede ser favorecido con un blindaje que lo sitúe por encima de la Constitución y las leyes.

Ya he dicho que Leonel Fernández debe dar la cara como un hombre de conciencia tranquila, si se siente libre de sospechas.

Sus abogados deben dejarse de majaderías y subterfugios baratos. Deben saber que hay gente pendiente a sus palabras. De repente pudieran escuchar la voz gloriosa y vertical de un Sóstenes Peña Jáquez: "¿También ustedes se involucran...?"

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