Y la 27 Bienal de Artes Visuales ha sido inaugurada y criticada

En las redacciones de los periódicos el editor decide lo que es noticia, en los concursos de arte el jurado decide que es arte y hasta quién es artista, por eso no sólo le basta con observar la obra, también buscan el currículo del "artista" para decidir si debe participar o si puede ser ganadora.

El arte de hoy no es el arte de ayer, ahora se valoran las nuevas propuestas de la postmodernidad. Un par de calipsos enganchados en la pared es arte, o un hombre pene erecto en mano masturbándose, logrando intempestivamente la eyaculación, también es arte y no están muy lejos del inodoro de Marcel Duchamp.

Mas tenemos tres meses para tratar de entender lo seleccionado, y es que la mayoría de l@s espectador@s podríamos considerarnos analfabetas del arte post-moderno, algunos artistas van a un paso muy adelante de nosotros, digamos que están más evolucionados y no siempre valoramos sus propuestas en la dimensión y visión del artista, es cierto que no siempre debe haber una comunicación, es cierto que no siempre tenemos que entender, y la gran discusión, no siempre debe ser un aporte para el bien del espectador y su enriquecimiento en valores humanos. También existe lo errático del arte.

La bullanguera noche inaugural, de jazz, vinos y mucha, mucha gente en el  Museo de Arte Moderno, con certificado en mano, me encontré con Polibio Díaz, encontrarlo es siempre una gran algarabía.

--Dime dónde está tú obra?,

y me enseña el verde folder que lo acreditaba como ganador,

--Fue premiada, ven que quiero que la veas.

De entrada me  interesó muchísimo la temática, de inmediato le di mi visto bueno y manifesté mi alegría por asumir el espinoso tema de los/las inmigrantes, que en este caso es la Haitiana. El gentío que nos rodeaba no me dejó escuchar bien, pero me salvó Youtube para más tarde regresar al "Manifiesto" y recibir el mensaje.

Polibio Díaz, artista contemporáneo del lente y el performance, ya ha dicho que lo bueno del arte es que es libre, que el artista puede hacer lo que le dé la gana, que su obra es social y que siempre ha mirado su ombligo. Aquí nos mostró el ombligo del inmigrante en sentido general, sus incertidumbres, sus sufrimientos, la negativa andanada hecha epítetos y las persecuciones que recibe.

Inicia el performance con la institución que en nuestro país tiene entre sus garras los "papeles" de los dominican@s nacid@s en República Dominicana y con padres de Haití, se pasea en casi 10 minutos por la vida, trabajos, caminos, alegrías, música de estos inmigrantes y sus espacios. Incluida la mar y la desmitificación de la ciudad, lo bueno, lo malo, sus riquezas culturales y su nivel educativo, su voz, si voz hecha palabras de esperanzas.

Te alerto, cuando visites la Bienal no pase por desapercibido el perfomance "El Manifiesto" de Polibio Díaz, encontrarás que como siempre su arte sirve de reflexión y busca mejorar la vida de l@s inmigrantes. Está en el lado sur en el segundo piso, ve preparad@ para encontrar el mensaje. Aquí el texto, él lo tomó del Movimiento Inmigrantes Internacional.

Manifiesto

8 de diciembre

3:00 p.m.

Nos han dado muchos nombres

ilegales, extranjeros

trabajadores temporales

violadores de fronteras

indeseables, exiliados

criminales, no ciudadanos, terroristas

ladrones, forasteros

invasores, indocumentados

Nuestras voces convergen en los siguientes principios:

Somos partes del instrumento de cambio.

Todos estamos relacionados con más de un país.

Creemos que la única ley que merece nuestro respeto es una ley sin prejuicios, que protege a todos y a cada uno en todas partes, sin exclusiones, sin excepciones. Condenamos la criminalización de la vida del migrante.

Afirmamos que ser migrante no significa pertenecer a una clase social específica, ni tener una situación legal determinada. Ser migrante significa ser un explorador, significa movimiento. Es la condición que compartimos. La solidaridad es nuestra riqueza.

Afirmamos el valor de la experiencia humana y de la capacidad intelectual que el migrante trae consigo tanto como el trabajo físico que provee.

Somos testigos de cómo el temor genera barreras, de cómo estas barreras generan odio y de cómo el odio sólo sirve a los opresores. Comprendemos que migrantes y no migrantes están interconectados;

Cuando se niegan los derechos a los migrantes, los derechos de los ciudadanos están en riesgo.

La dignidad no tiene nacionalidad.